Sugerencia de la biblioteca

         Fernando Benzo: “Nunca fuimos héroes”.- Barcelona: Planeta, 2020.

                        Del autor conocemos otros títulos como “Las cenizas de la inocencia” y “Los náufragos de la Plaza Mayor”, este último es una distopía sobre un Madrid abandonado por sus habitantes.  Trabajó en el ministerio de Interior y conoce de primera mano cómo se combatió la lucha armada vasca a finales del siglo pasado y principios del actual.

                     En “Nunca fuimos héroes” el argumento se desarrolla en el contexto de terrorismo, tema central de muchas narraciones.. Pero además de lo ilustrativo del mensaje hay que destacar que proporciona un buen rato de entretenimiento. Sigue en la línea de libros como “Patria” de Aramburu, aunque con diferencias notables si se entra en detalles.

                La trama nos presenta a un excomisario de policía, que tras un incidente por defender a una amiga, es conducido a Jefatura de policía donde se le informará de la presencia de un etarra escurridizo(antigua obsesión del protagonista) en Madrid. El conocimiento de este hecho hace que el expolicía se ocupe de la vigilancia del terrorista y vuelva a desarrollar su labor investigadora y policial aunque ya jubilado. Pronto en una sala de billares mantendrá frecuentes contactos con el investigado, lugar muy frecuentado por éste. Este argumento principal se alterna con numerosas alusiones a su pasado de policía en el País Vasco donde combatía los asesinatos, extorsiones y secuestros del terrorismo vasco.

              Los ambientes de la novela son el Madrid actual y San Sebastián en la época de máximo apogeo del terrorismo (década de los noventa principalmente con acontecimientos tan significativos como el asesinato de Miguel Angel Blanco).  No faltan alusiones a la cultura vasca a través de alguna de sus leyendas y de abundantes localismos del idioma vasco. También la música y el cine tienen presencia en el relato.

            La narración se realiza con un estilo fluido, directo y muy fácil de asimilar por el lector. Destaca que utiliza tanto la tercera como la segunda persona.  Prevalece siempre la ficción sobre las alusiones a determinados hechos históricos propios de la lucha contra Eta.  El tráfico de drogas y el terrorismo islamista también forman parte de los ingredientes de esta novela.

     

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