XXVI Feria del libro: una valoración

     Los días 9/10 y ll de mayo se ha realizado en la Avenida San Jorge, como viene siendo habitual , la vigésimo sexta edición de la Feria del Libro de Andorra. Ello supone que estamos ante una de las ferias del libro más antiguas de Aragón, si exceptuamos por supuesto la de Zaragoza. Se remonta al año 1993 cuando la biblioteca decidió incluir entre sus objetivos de animación socio-cultural la organización de un evento de gran difusión desconocido hasta entonces en Andorra. Se consiguieron en propiedad un grupo de casetas pertenecientes al Gobierno de Aragón y se contó con la participación de libreros foráneos y locales que configuraron una feria compuesta por alrededor de diez casetas como término medio en cada edición. La evolución de la Feria fue cíclica: al principio fue de menos a más (con años de verdadero auge) con algunos bajones que se correspondía con crisis económicas o crisis del libro (con la llegada del libro digital). Con bastantes dificultades debido a la presencia cada vez menor de libreros se continúa organizando destacando por su variedad de actividades de promoción de la lectura que dotan a este evento de una aureola especial.
      Centrándonos en esta edición tuvo lugar  con su horario habitual (11-2 y 17-21 horas) y con la novedad de una decoración especial que alumnos del Laboratorio de Arte de la librería "El reino del Revés" realizaron para hacer más agradable y atractiva la feria. Los libreros que han abierto caseta para exponer y vender sus libros han sido: Librería "El reino del Revés", Libreria "Macu", Centro Cultural "Itaca" (sólo exposición) ; Celan (exposición de sus propias publicaciones) y la Biblioteca Publica Municipal, que además de organizar abre una caseta para venta de libros duplicados o expurgados a precios muy rebajados. El único librero que había reservado espacio para exponer (Editorial Olifante) no pudo abrir su caseta por motivos personales, lo que deslució un poco el paseo donde se ubica la feria. La valoración de los libreros ha sido muy buena puesto que las ventas han sido considerables en comparación con años anteriores. El libro en papel como entretenimiento parece resurgir de la crisis por la irrupción de las nuevas tecnologías, pues éstas no llegan a retirarlo y todavía tiene su espacio dentro de la industria cultural. Entre los contenidos más vendidos destaca la novela de actualidad y los libros infantiles. En el caso particular de la biblioteca presentaba una buena oferta de novelas de calidad y relativamente actuales lo que ha derivado en unas buenas ventas.. Sin embargo los libros sobre Andorra o autores locales han sido muy consultados pero las ventas han sido simbólicas.
      En cuanto a las visitas a la feria por parte de los andorranos ha sido similar, o tal vez algo superior a las últimas ediciones. Si consideramos la escasa oferta de librerías y editoriales que por diversos motivos se produce, la participación es muy buena. En cuanto a su distribución por días, la asistencia es más alta el jueves y el viernes, mientras que el sábado sólo se produce afluencia de público durante las actividades que se programan. Aunque no disponemos de ningún parámetro de medición si podemos asegurar que en total más de mil personas visitan el espacio ferial.
     La organización de un programa de actividades (en el escenario de la feria) es quizá uno de los elementos más destacados en las últimas ediciones. Se ha preparado un buen número de actividades (cuentacuentos, teatro infantil, recital poético, concierto de música) que congregan a padres e hijos. Los "Cuentacuentos" han sido casi masivos (más de doscientas personas por acto) frente al recital poético y concierto de música que juntaron a grupos más pequeños (en torno a 30-40 personas). El programa de actos culturales es uno de los elementos que más ambiente y mayor empaque dan al evento.
     En el lado negativo de este apartado figura la firma de ejemplares por autores en las casetas. Vienen pocos autores y muy poco conocidos, sería interesante trabajar por atraer a más autores y con mayor nombre en el panorama literario. Es un aspecto importante para atraer lectores que en todos las ferias tienen mucho protagonismo y en ésta sin embargo nunca se lo hemos dado. 
     Hay muchos detalles a mejorar para futuros años. A continuación indicamos algunos: cambio en la fecha de celebración (que no coincida con la Feria de Teruel); reorganización de la Comisión del Libro para analizar, valorar y preparar recursos y potenciar el evento; aumentar el número de casetas con libreros del exterior que aporten mayor contenido con otro tipo de libros;  mejorar la infraestructura y el equipamiento del espacio ferial (casetas, carteles, decoración...etc.); potenciar las actividades culturales no en número pero si en la variedad de su contenido. 
      En definitiva la vigésimo sexta edición de la Feria del Libro de Andorra ha resultado bastante satisfactoria y ha transcurrido según lo establecido, pero conviene ponerse a renovarla y potenciarla si queremos que tenga futuro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Programas de la 23 Campaña

23 Campaña de Fomento de la Lectura: Promoviendo la pasión por los libros